Salve Ntra. Sra. de los Remedios


(Autor: José Manuel Díaz Sánchez)

 

Salve, Salve, Salve;

 

Salve Madre Nazarena,

de los Remedios señora

Virgen de gracia llena.

 

Salve purísima reina,

el Señor está contigo

y el pueblo te reza.

 

Luz de los cristianos,

de San Miguel, aurora;

refugio de los pecadores

Remedio del que llora.

 

No nos dejes madre mía

bajo tu manto ampáranos

sé camino estrella y guía

que nos lleve al Señor.

 

A nuestra cruz cargar,

ayúdanos

para que tras tu hijo

llevemos el corazón.

 

Y así cuando llegue la hora

pozo infinito de bondad

Virgen de los Remedios

de nosotros ten piedad.

 

Amen…

 

Pídeme Señora

(Autor: José Manuel Díaz Sánchez

¿Qué quieres de mí? si yo nada te puedo dar

si coronas y mantos no he traído a tu altar.

 

¿Qué quieres de mí? si yo no soy nada más

que otro hijo tuyo enamorado de dulce mirar.

 

Pídeme señora que lo que tenga te doy,

mis manos para servir, mis pies para tu gloria llevar.

 

Mi voz y mi guitarra, para dormir a tu niño

que se conviertan en nana.

 

Pídeme señora que lo que tenga te doy

que tu eres mi locura y sin ti nada soy.

 

 

Madre Nazarena

(Autor: José Manuel Díaz Sánchez)

 

Tu, lucero de la mañana

blanca perla de los mares

Madre de Dios soberana.

 

Tu, madre nazarena

esperanza del que canta

vida y dulzura nuestra.

 

Y otra vez, como cada septiembre

vuelvo a traerte mis promesas

a gritarte un te quiero

y rezarte en las trabajaderas

Remedios madre nuestra.

 

Y hoy te canto como siempre lo hice

y te entrego mi voz

eres tu quien la bendice.

 

Y hoy te reza tu barrio que te quiere

que ha visto en ti una madre

que en sus plegarias florece.

 

Tu, rosa por Dios escogida

azucena de septiembre

sin pecado concebida.

 

Tu compañera de camino

flor de nuestra juventud

llévanos a tu hijo divino.

 

Y otra vez, como cada septiembre

vuelvo a traerte mis promesas

a gritarte un te quiero

y rezarte en las trabajaderas

Remedios madre nuestra.

 

Y hoy te canto como siempre lo hice

y te entrego mi voz

eres tu quien la bendice.

 

Y hoy te reza tu barrio que te quiere

que ha visto en ti una madre

que en sus plegarias florece.

 

Y hoy te reza tu coro que te canta

gritando nuestra alabanza

nos quedamos a tus plantas.