Aula de Formación


Aula de formación permanente

Formación de nuestros hermanos. El apostolado de los laicos

La carta pastoral “Cofrades bien formados”, escrita por el Sr. Arzobispo de Sevilla y publicada en el semanario diocesano Iglesia de Sevilla, de 3 de noviembre de 2013, planteó un tema crucial y candente en el desarrollo de la vida espiritual de nuestras Hermandades y Cofradías y, por consiguiente, de la que nos aglutina en torno al amor hacia Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de las Lágrimas.

Las Hermandades tienen una esencial identidad religiosa, que no puede ser enmascarada, ni siquiera parcialmente, por los aspectos sociales y culturales derivados de su actividad habitual, emanados del carácter humano de sus miembros.

Por tanto, nuestros Institutos deben desarrollar las funciones establecidas en sus Reglas dentro de una situación permanente de eclesialidad, es decir, de unión y colaboración fructíferas con el resto de la Iglesia Católica a la que pertenecen por su formulación doctrinal y su organización jurídica. Este trabajo pastoral tiene que llevarse a cabo de una manera especialmente intensa con la parroquia y la diócesis, por su cercanía y coincidencia de objetivos, si bien la buena sintonía debe ser recíproca y pastores diocesanos, párrocos y directores espirituales deben considerar a las Hermandades y Cofradías como asociaciones de fieles válidas para el “encuentro con Jesucristo”

Para recorrer este camino común es primordial un profundo y claro conocimiento del “misterio y la persona de Jesucristo y de las verdades capitales de la fe y la moral cristianas”. No puede amarse y practicarse aquello que se desconoce. De ahí la importancia fundamental de la formación de los cofrades y del trabajo que tienen que desarrollar las Diputaciones encargadas de esta materia.

En nuestra sociedad, fuertemente influida por la secularización y la autosuficiencia, que vive como si Dios no existiera, las condiciones de la evangelización son muy difíciles y la tarea de dar testimonio de nuestra fe se hace a veces casi insuperable. Para llevarla a término con coherencia y eficacia es preciso un grado suficiente de formación cristiana, pues el apostolado de los laicos es hoy insustituible, ya que se manifiesta en los diversos ámbitos de la realidad diaria, como el político, laboral, económico y social.

Iniciamos en 2014, nuestro Aula de Formación Permanente, en la que hemos ido profundizando en aspectos fundamentales de nuestra fe y de la doctrina católica, iniciando con ímpetu nuestra quinta edición donde, fundamentalmente vamos a reflexionar sobre los siete Sacramentos de la Iglesia, para lo cual tendremos la colaboración de distintas personas especializadas en cada uno de ellos.